¿Como usar un baño turco en casa?
Tres pasos a seguir para usar el Hammam
Paso 1: Calentamiento de sauna
La fase inicial, conocida como el calentamiento, dura entre 15 a 20 minutos. Durante esta etapa en el baño turco, los participantes permanecen sentados o semi-reclinados, ya sea desnudos, en trajes de baño o envueltos en toallas.
Además del vapor, la aromaterapia se suma a la experiencia, con aceites esenciales seleccionados para estimular, refrescar, relajar o revitalizar. La cromoterapia, que implica el uso de colores, también contribuye de manera beneficiosa tanto al bienestar físico como mental.
Esta fase concluye con una refrescante ducha fría, seguida de un breve período de relajación. Para lograr un baño turco óptimo y disfrutar de los beneficios para la piel, es posible optar por un suave masaje, lo que ayuda a eliminar las células muertas de la piel y estimula la circulación sanguínea.
Paso 2: Enfriamiento
Después de salir del baño turco, resulta agradable exponerse a la temperatura ambiente o tomar una ducha fresca o un baño con esponja. El contraste de temperatura proporciona una sensación de frescura y bienestar que dura varios minutos, lo que no solo permite recuperarse del calor intenso del hammam, sino también tonificar el cuerpo.
Paso 3: El último ciclo
La tercera fase incluye otro ciclo de baño turco seguido de una ducha fría. Nuevamente, al concluir las dos primeras etapas, se recomienda un período de al menos quince minutos de relajación, quizás acompañado de un suave masaje relajante.
Es esencial reponer los líquidos perdidos mediante la ingesta de agua, jugos de frutas o infusiones. No se debe realizar el baño turco con el estómago vacío ni demasiado lleno; un bocadillo ligero y fresco es lo ideal.
En general, se deben tomar las mismas precauciones que en una sauna tradicional. Aquellas personas que padecen problemas cardiovasculares, hipertensión o hipotensión, así como problemas renales o cardíacos, deben evitar el baño turco. En todos los casos, es recomendable realizar un chequeo médico previo.
¿Cada cuánto puedo tomar un baño turco?
No existe una fórmula exacta que determine la frecuencia ideal, ya que varía según cada individuo. La respuesta más adecuada es escuchar a nuestro propio cuerpo.
Dado que las temperaturas en el baño turco son más tolerables que en la sauna finlandesa, es común que los entusiastas del bienestar opten por sesiones diarias de hammam. Esto puede ser una excelente manera de aliviar las tensiones cotidianas y reservar un momento de relajación. Sin embargo, para quienes se acercan por primera vez a los baños de vapor, es fundamental aclimatar el cuerpo gradualmente a las altas temperaturas.
Se sugiere comenzar con sesiones más cortas y menos intensas que los 15-20 minutos recomendados, y aumentar la duración y la frecuencia de los ciclos en el baño turco gradualmente, cada 2 o 3 días. Es crucial hacer pausas breves entre las sesiones para permitir que la piel se relaje y el cuerpo se refresque en preparación para la próxima inmersión en la cabina.
En última instancia, nuestro cuerpo nos guiará, ya que nuestras necesidades individuales están influenciadas por factores como la condición física, la edad y las condiciones médicas. En caso de condiciones médicas preexistentes, es aconsejable consultar a un médico antes de decidir si un baño turco es adecuado para tu bienestar físico y mental.